Sir Ken Robinson y la reforma educativa
Es muy probable que ya hayan escuchado hablar de este video o de este presentador. Sir Ken Robinson es ya famoso por sus charlas en TED, por sus libros y por sus ideas sobre cómo revolucionar la educación, promoviendo la creatividad como principal herramienta de desarrollo personal. Sir Robinson también ha recibido muchas críticas sobre sus ideas, que principalmente apuntan al hecho de que no propone soluciones concretas para profesores y alumnos. Sin embargo, este autor pone el dedo en una llaga ya purulenta en la educación global: seguimos poniendo en práctica una educación concebida en una época diferente.
Paradigmas y preconcepciones
Sir Robinson no es el primero en cuestionar los paradigmas de la educación. Y para entender la importancia de este hecho, es necesario entender que toda labor humana está construida a partir de una serie de conceptos que inicialmente sustentaron dicha labor, pero que luego ya no se cuestionan más. En el caso de la educación, un primer paradigma sería que los jóvenes necesitan de entornos estructurados de educación, básicamente que los niños necesitan escolaridad. Pocos cuestionarían esta idea. Sin embargo, se vuelve sano que quienes participen de cualquier labor humana, pongan en duda de vez en cuándo estos paradigmas.
Esta charla de Sir Ken Robinson se explica muy bien este cuestionamiento de paradigmas, de preconcepciones que ahora damos por hecho, que consideramos casi incuestionables.
¿Por qué los niños deben ser separados en grupos por su edad en la escuela?
¿Es necesario que la educación se organice en materias especializadas?
¿Por qué las vacaciones de verano son más largas?
¿Sería posible una educación formal sin pruebas ni exámenes?
Paradigmas e interculturalidad
La idea de un paradigma intercultural es muy discutible. Se podría decir que cada cultura tiene sus propios paradigmas y que, por lo tanto, cualquier imposición de modelos universales (muchas veces llamados internacionales) de educación es un acto de colonización ideológica. La charla de Sir Robinson me parece fundamental para pensar la educación desde una perspectiva intercultural. No solo es necesario repensar paradigmas y preconcepciones educativas en general, es necesario repensarlas desde nuestra posición intercultural, desde nuestras relaciones de poder con otros grupos con quienes compartimos el espacio, pero con quienes no necesariamente compartimos saberes y prácticas.
¿Es lógico tener un cronograma anual único de escolaridad en un país donde cada región tiene ciclos meteorológicos diferenciados?
¿Qué tal si el horario escolar se adapta para que las familias puedan participar en el proceso educativo activamente?
¿Sería posible incluir saberes locales específicos en la currícula de cada región en vez de imponer valores universales?
¿Por qué no llevar la escuela y la escolaridad fuera de los muros de los colegios, a los espacios de trabajos de los padres?
Planteo así preguntas cuestionadoras, no para dar respuesta en este post, sino para instaurar una duda, un sano diálogo que podría abrir las puertas a iniciar reformas mayores en nuestras propias prácticas. Se debe comenzar por destruir preconcepciones y paradigmas.