
Alumnos de primaria, foto tomada de http://www.educacionenred.pe
La educación en el Perú
En el Perú, se habla de una necesidad de reformar la educación desde el siglo XIX, poco después del nacimiento de la república. Mientras que la moderna noción de ciudadano, extraída de los principios que motivaron la Revolución Francesa, era aplicada a la joven nación, el problema de ofrecer una educación para todos se hizo relevante. Lo complejo era justamente entender quiénes eran “todos” en el Perú, pues los indígenas, que habían servido a ambos bandos durante las guerras de independencia, ocupaban y ocuparían en adelante siempre una posición marginal.
Según Trahtemberg (2000), en el inicio del siglo XX “la educación era concebida como el medio capaz de producir la integración nacional, el “amor y lealtad a la patria” y el desarrollo económico, con los que se lograría el ascenso social de los indígenas y la igualdad entre peruanos”. Así, la primera reforma educativa de gran envergadura fue propulsada por el gobierno de Prado (1904-1908), dando impulso a la educación privada (Trahtemberg, 2000), política que se convertirá en constante hasta el final del siglo.
La segunda gran reforma educativa fue la impulsada durante el gobierno militar de Velasco en 1972. Aunque es posible decir que casi cada gobierno intentó algún tipo de reforma, pues la falta de políticas educativas heterogéneas y planificadas a largo plazo es otra constante de la historia peruana, la reforma de Velasco introdujo nuevos elementos a la educación, como la institucionalización de la educación inicial para niños de cero a seis años de edad, la introducción del Quechua como lengua oficial a la currícula nacional y una gran regulación de la educación privada. Según Trahtemberg (2000), esta reforma “fue el esfuerzo de diagnóstico, reflexión y diseño más serio del siglo […] vinculando la educación con el desarrollo y el trabajo”.
La década del 90 se cierra con la dictadura de Fujimori, en donde los movimientos revolucionarios estaban infiltrados en la educación pública desde una década atrás, los intentos del gobierno por defender la educación pública gratuita y una política educativa orientada al centralismo controlista, enormemente influenciado por los ajustes impuesto por el Fondo Monetario Internacional, y los modelos de inversión y prioridades educativas del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (Trahtemberg, 2000).
El ingreso peruano a la educación global
Así ingresa el Perú a los modelos de educación neoliberal, impulsados por entidades financieras y gobiernos extranjeros que impusieron modelos económicos y sociales (traducidos en políticas públicas y privadas de educación) a los países que requerían su ayuda económica. Ahora, en la segunda década del siglo XXI, estos modelos son parte de nuestros sentido común. Consideramos transparente y moderna a cualquier gestión que se base en rendiciones de cuentas y meritocracia basada en mediciones estandarizadas de logros. Esta fórmula se aplica de igual forma a la educación, dirigida ahora por economistas y psicólogos psicómetras. Así la pedagogía se coloca en un lugar subalterno, pues su rol es servir a la estandarización y medición. La educación peruana hoy es sin duda, y en estos términos específicos, una educación moderna y global.
Desde casi una década, entendemos los logros y fracasos de nuestra educación a partir de modelos como las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA por sus siglas del inglés) de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD por sus siglas en inglés), que en su última prueba evaluó a 65 economías a nivel mundial. Lo que más sabemos gracias a esta prueba es que la educación peruana se encuentra en el último lugar del mundo. Sin embargo, esta información simplificada es la que la prensa y los políticos utilizan y hacen llegar a los peruanos. Las pruebas PISA, y en general cualquier prueba estandarizada de medición de la educación, ofrece mucho más información.
Algunos datos sobre la educación peruana
Las pruebas PISA están orientadas a estudiantes de 15 años, por lo cual brindan información sobre la secundaria en los países y ciudades participantes. Es necesario saber que PISA no mide solo países, algunas naciones eligen medir regiones o ciudades específicas, por eso Shanghái-China o Macao-China aparecen en los ránkings, liderándolos. Evalúan comprensión lectora, matemáticas y ciencias, pero también miden factores poblacionales, dando información sobre las diferencias de rendimientos por género (hombres y mujeres), entre sectores públicos y privados de la educación y entre educación rural y urbana, por dar algunos ejemplos.
Por esto, podemos saber que en la secundaria peruana, a las escuelas públicas les fue igual que a las privadas de nivel socioeconómico comparable (Ganimian, 2015). También, el Perú se desempeñó peor de lo que su ingreso por persona e inversión por estudiante hubiese predicho (Ganimian, 2015). En otras palabras, el gasto público no se traduce en calidad educativa. Además, las mujeres peruanas tuvieron un desempeño menor que los otros países (Ganimian, 2015).
Para complementar esta información, es posible revisar la información que ofrece el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo 2013 (TERCE) realizado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa de UNESCO, que evalúa la educación primaria de 15 países latinoamericanos. Lo que nos dice TERCE es que en primaria, las niñas peruanas se desempeñaron igual que los niños en casi todas las áreas evaluadas (Ganimian, 2015). Además, el Perú se desempeñó mejor de lo que la tasa de pobreza e inversión en educación hubiese predicho (Ganimian, 2015).
Algunas conclusiones
Es importante no tomar los número como verdades objetivas. Como quienes hacen estadística reconocen, los resultados de las pruebas generan modelos y aproximaciones a la realidad. Particularmente en educación, en donde lo que se mide no es una realidad objetivamente alcanzable (finalmente, ¿hasta qué punto podemos saber si un estudiante aprendió o sabe algo, o simplemente se maneja bien en una prueba?), los número no deben entenderse como verdad dura. A continuación algunas preguntas generales a las que intento dar respuestas:
- ¿La educación en el Perú está bien? No, la mejora no nos pone en un estado positivo. Aunque hay una mejora entre los resultados mostrados en los últimos 10 años, una mejora muy sustancial, aún hay problemas esenciales que están lejos de resolverse, como la brecha educativa urbano-rural, las diferencias de género, una educación intercultural bilingüe haciendo primeros esfuerzos reales, etc.
- Entonces, ¿la educación en el Perú está mejorando? No necesariamente, estamos manejando mejor y adaptándonos a los sistemas internacionales de medición de la calidad de la educación. Esto se ve particularmente en primaria, en donde el Minedu aplica la Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) desde el 2006 (UMC, 2009), y se ha construido una cultura de evaluación en los docentes y estudiantes.
- ¿Es bueno estar mejorando en las mediciones? Sí, para los temas de promoción internacional de la educación, y cooperación y financiamiento internacional. Sin embargo, esto no significa que haya una mejora cualitativa de la educación, que no está medida y no hay instrumentos confiables de medición para hacerlo. Si pensamos en que la educación es en esencia el desarrollo personal de un individuo, podemos entenderla como no estandarizable por ser de carácter individual. Es posible saber si alguien sabe cuándo es 2+2, cuándo se descubrió América o si leyó Cien años de soledad, sin embargo la repercusión e importancia de estas experiencias con el conocimiento le pertenecen a cada uno.
- ¿Es la escuela pública tanto peor que la privada? No necesariamente, aunque hay datos sobre las diferencias de rendimiento entre estudiantes de escuelas públicas y privadas, y efectivamente el sector independiente muestra mejores ubicaciones en las pruebas (PISA), la característica enormemente heterogénea de la educación peruana privada hace imposible hablar sobre ella con cierta unidad. Los colegios privados más caros, en Lima particularmente, aumentan enormemente los promedios del sector privado , sin embargo son pocos a nivel nacional y se encargan de porcentajes poblacionales muy bajos. Lo cierto es que comparativamente, entre escuelas que ofrecen la misma inversión por alumno en zonas urbanas, la educación peruana pública está al nivel, o muy cerca de sobrepasar, a la escuela privada. La percepción de una educación pública nefasta en el Perú está basada en criterios socioculturales de discriminación cultural.
Referencias:
Ganimian, A. J. (2015). Bajos resultados, altas mejoras ¿Cómo les fue a los estudiantes peruanos de primaria y secundaria en las últimas evaluaciones internacionales? Lima, Perú: Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes, Ministerio de Educación del Perú (UMC-MINEDU). Extraído de http://www.grade.org.pe/FORGE/descargas/Resumen-TERCE-PISA2012.pdf
Trahtemberg, L. (2000). Evolución de la educación peruana en el siglo XX. Extraído de: http://www.trahtemberg.com/articulos/1169-evolucion-de-la-educacion-peruana-en-el-siglo-
UMC. (2009). Marco de trabajo. Ministerio de educación del Perú. Extraído de: http://umc.minedu.gob.pe/wp-content/uploads/2014/07/Marco_de_Trabajo_ECE.pdf